La Tanit es la encargada de realizar las primeras entrevistas a las personas que se ponen en contacto con Viver de Bell-lloc con alguna necesidad de apoyo, sea laboral, formativa o asistencial. Ella explica quiénes somos y todo el abanico de servicios que ofrecemos y valora la demanda de la persona para hacer la derivación al servicio más adecuado.
Cómo llegan las personas a Viver de Bell-lloc?
Un 50% son por iniciativa propia y nos encuentran por Internet, a menudo también para que alguien que conocen les ha recomendado. Después hay personas que vienen derivadas de otros recursos de atención a la salud mental como el CSMA o las oficinas locales de empleo de los ayuntamientos, o Servicios Sociales.
¿Cuál es su situación?
Más de la mitad vienen de un tiempo de impasse sin haber hecho nada o con cortas experiencias laborales que no llegan a un mes y que no han terminado bien. Familias que hagan la consulta en el último año de estudios para que pueda continuar directamente su formación sin ningún vacío las cuento con una mano. Tenemos un perfil muy claro de personas mayores de 25 años que no han finalizado la educación obligatoria y que llevan cerca de 10 años dando vueltas con formaciones inacabadas.
A nivel formativo, la mayoría vienen de un PFI, un itinerario educativo para personas que no han finalizado la educación secundaria obligatoria, enfocado al aprendizaje de algún oficio con un tiempo de prácticas.
Hay desconocimiento de los recursos y servicios que existen?
Sí, en muchos casos sí. Necesitamos ampliar la coordinación entre agentes y recursos. Es muy perjudicial terminar la ESO si realmente la capacidad para continuar con un ciclo superior es muy limitada, hay que orientar a las personas a un Programa de Formación e Inserción a tiempo, para que puedan realizar un itinerario formativo adaptado. Sino al terminar las opciones se van reduciendo y sin un seguimiento, estas personas terminan saltando del sistema.
Sin embargo, para los jóvenes hay más opciones formativas para iniciar una trayectoria. En cambio para personas adultas que adquieren una discapacidad sobrevenida (por accidente, por trastorno de salud mental, etc), y que han trabajado siempre en un sector, las opciones quedan muy limitadas.
Llegan ilusionadas o más bien desanimadas?
Con muchas ganas de trabajar y al mismo tiempo con desánimo porque ven muy difícil encontrar trabajo; vienen con malas experiencias y con inseguridades. Yo no les puedo garantizar que encontrarán trabajo, pero a pesar de ser realista, procuro que en la primera entrevista vean algunas de las ofertas que tenemos en el momento y plantearles acciones que podemos hacer para mejorar su empleabilidad.
Recuerdas algún caso concreto de una persona con la que hicieras la primera entrevista y hayas vivido la evolución?
Sí, tengo uno de especial. Una mujer con una discapacidad física, y una situación personal complicada que la había llevado a una depresión y se boicoteaba con las entrevistas que conseguíamos, fue muy complicado al inicio. Pero después de un período de acompañamiento y formación, ahora tiene un trabajo estable.
Nos llegan casos concretos que si no tuvieran un servicio como éste no podrían acceder al mundo laboral para que los rechaza, no tienen opciones. También hay gente que viene a nosotros como un recurso más y acaban encontrando trabajo por su cuenta; y hay casos en que sólo apoyando en el diseño del currículo ya se les abren puertas. A veces, aunque no encontrar una salida profesional fácilmente, la tarea de acompañamiento, tener una persona a la que poder recurrir, ya es mucho.