Luisa Oller es la iniciadora del proyecto que propuso la Generalitat y que fue impulsado por un grupo de padres y madres preocupados por el futuro de sus hijos, alumnos de la Escuela Vivero "Castell de Sant Foix".
Luisa es una persona que ha dedicado su vida a los demás, sobre todo a las personas que más lo necesitaban. Ella afirma que su manera de ser y de hacer ha venido marcada desde su infancia, sus padres le inculcaron que tenía que ayudar a la gente y que compartir formaba parte de la cotidianidad. Es una persona muy humilde, que vivió la Guerra Civil Española, donde sus valores humanos la terminaron de definir, la hermanaron con gente que hasta entonces no conocía y le hicieron apreciar todo lo que nos da la vida. Su familia se posicionó a favor de las personas, no en ninguno de los bandos.
El mensaje que le transmitió su padre la ha marcado en todas las etapas de su vida: "Luisa, sobre todo sé buena persona". Ella afirma que siempre ha sido muy coherente con sus sentimientos y pensamientos, que ha sido muy libre, según ella, cualidades que ha heredado de su padre.
Con 89 años Luisa continúa ayudando y únicamente espera conseguir que los colectivos menos favorecidos puedan tener una vida como la de cualquier otro, por eso ha decidido dar casa. En el ámbito personal considera que ella ha recibido cuando lo necesitaba.
Luisa nos ha concedido una entrevista para contarnos su motivación por nuestro proyecto, desde sus inicios hasta el presente.
- ¿Por qué decidiste ayudar a este colectivo y no a otro?
No es algo que se improvise, detrás de esta determinación hay una historia y una sorpresa, en la vida siempre hay sorpresas cuando la disposición está.
Yo me quedé viuda muy joven, mi marido era médico y yo enfermera, no tuvimos hijos y me quedé sin el principal, que era él, pero siempre he tenido una familia extraordinaria.
Lo que era el Alcalde de Cardedeu en ese momento me explicó un proyecto que había iniciado un grupo de padres con hijos que tenían discapacidad intelectual y / o trastorno mental, y decidí ser voluntaria. Yo no busqué trabajo, sino que el trabajo me buscó a mí. En el año 1983 di el sí para participar en este proyecto y hasta ahora.
Coincidió que yo ya conocía el tema, ya que tenía una hermana que tenía discapacidad intelectual, Teresa. Ella se constituyó para mí como un modelo de conducta, ya que yo era muy tremenda y ella siempre me decía lo que no debía hacer o no tenía que decir, era mi ángel de la guarda.
La vocación me vino aquí, las personas con discapacidad tienen unos valores escondidos que no descubrimos hasta que no las conocemos. Siempre me gustó este mundo, descubrí aspectos de mi hermana que admiraba. El hecho de ser diferente no implica que no puedas amar y dejar que te quieran.
- ¿Cómo surgió la idea de dar tu casa?
Esta casa ha acogido a 74 personas, primero eran del Vivero, cuando no había residencia. Tenía una habitación con literas para las chicas y otra para los chicos. Desde la entidad detectaron esta necesidad de vivienda y quisieron hacerlo a nivel profesional.
En el momento en que mi familia ha visto como estas personas han vivido en mi casa, mi sobrino, el más joven de todos los que tengo, Carles me dijo: es muy triste que una casa que siempre ha tenido un alma no continúe con su misión y sería buena idea darla a la fundación. Así lo hice, pero él fue quien tuvo la idea de darla ahora, una vez más tengo un ángel de la guarda a mi lado.
La aceptación familiar de esta donación es total. Yo quería darla post mortem, Pero en Carlos quiere que yo lo vea. Todo esto es fruto de una manera de vivir desde que era una niña, como ya he dicho, mis padres me enseñaron que en la vida se debe compartir.
- Qué esperas de esta iniciativa?
Una de las cosas que me da más fuerza es pensar que los metros de esta casa puedan acoger a 14 personas, de una manera más institucional, que quede para siempre.
Soy una persona que quiero seguir queriendo y que cuando yo no esté esta alma siga su misión, este hecho culmina toda una vida.
- Mientras se realicen las obras donde estarás viviendo?
En una casa de la Fundación Luisa Oller, que está ubicada en un barrio muy bonito y muy tranquilo de Cardedeu, junto con el José, que vive conmigo desde los inicios. Esta servirá para acoger a 4 personas con el Servicio de Vida Independiente posteriormente.
- Donde vivirás tú cuando las obras finalicen y por qué?
No se pueden hacer pronósticos porque como decía, siempre voy de sorpresas en sorpresas y éstas ligan mucho con mi coherencia, pero espero volver a aquí, me haría muy feliz estar en mi hábitat nuevamente y compartirlo con más personas que quizá encontrarán en él una solución. Lo he decidido así para volver al lugar donde hay toda una historia que me ha dado paz y felicidad, que muchas veces se busca de una manera equivocada. No tienes que dar para esperar recibir.
- ¿Qué mensaje quieres transmitir a las personas que desconocen nuestro proyecto?
Quiero animar a las personas a que nos conozcan y nos visiten, que vivan y hablen de nuestro proyecto. Todo lo que sea implicarse en un proyecto social y que pueda dar salida a las personas con discapacidad intelectual y / o trastorno mental, es decir, compartir. Hay que hacer todo lo que esté a tu alcance para ayudar a los demás, no porque te admiro.
Nuestra entidad quiere compartir la vida con las personas que tienen muchas capacidades para descubrir. Estas personas necesitan un lugar para vivir, donde sentirse a gusto, acogidas, pero sobre todo estimadas.
No es teoría, sino una manera de hacer. A los que no nos conocen todavía, los anima a hacerlo para colaborar y si no es con nuestra entidad, que pongan su semilla donde pueda servir de ayuda.