En Paco Dueñas entró a trabajar en Viver de Bell-lloc 1991, hemos compartido trabajo y relación a lo largo de 30 años.
De estos 30 años, podríamos hablar de muchas anécdotas y recuerdos. Sin duda todos tenemos muchos.
Paco tenía una serie de cualidades que de entrada lo hacían singular. Llegó con una gran disposición y capacidad para el uso de la maquinaria. Todos lo recordaremos subido a un tractor, cuanto mayor mejor, arrastrando una cuba de riego o una desbrozadora, con su inseparable cigarrillo a los labios, o haciendo zanjas con una retro o subido a un podathor. Paco no rehuía ningún trabajo y se adaptaba siempre a los trabajos que se le encomendaban.
Tenía una autoridad moral entre los compañeros que facilitaba su liderazgo y su función de jefe de grupo. Se supo ganar pronto el respeto y la confianza de sus compañeros y de los encargados. Buen compañero, nunca tenía un no por quien lo necesitaba, tanto fuera en el ámbito laboral como en el ocio. Llegó a comprarse una furgoneta para poder meter más gente cuando iban los sábados a Mataró o en Santa Sussanna y Blanes en verano y Semana Santa.
En este triste momento de su despedida, en nombre del Vivero, sólo se nos ocurre una palabra: ¡Gracias!
Gracias Paco, gracias por todo los que nos has dado a lo largo de estos 30 años.
Gracias por el trabajo realizado, por tu actitud, por la relación con los compañeros y por ser como has sido.
Y a sus padres y hermanos, agradecerles los valores que le han sabido enviar y que él ha ejercido ampliamente. Agradecer también a su padre la colaboración que durante muchos años nos ofreció como miembro de la Junta Directiva de la asociación. El paso de Paco por el Vivero tendrá un recuerdo imborrable en nuestros corazones.
Y a ti Maite, que el recuerdo de los buenos momentos que ha pasado te acompañen siempre.