Cristina García es formadora en la Fundación Viver de Bell-lloc y en esta entrevista nos cuenta cómo es su día a día y el de su grupo de alumnos, que están aprendiendo el oficio de la horticultura, de la jardinería y del viverismo.
- Cuánto tiempo llevas trabajando para la Fundación Viver de Bell-lloc? Más de 10 años.
- ¿Qué tipo de tareas has desarrollado y qué realizas actualmente? Antes era oficial de jardinería y aparte de ser responsable del equipo respecto al trabajo, también lo eres como formador y como educador, ya que nuestro objetivo es que las personas con las que trabajamos evolucionen. Actualmente soy formadora y mi trabajo consiste en explicar una parte de teoría, aunque es mayormente práctica. Creo que una buena manera de introducir la teoría es cuando estás practicando.
- Cómo empezó tu interés por la jardinería? Fue hace muchos años, cuando empecé una colección de cactus con 17 o 18 años. Descubrí que las plantas me apasionaban y decidí formarme en jardinería porque sabía que me gustaría la profesión, de hecho, es vocacional. Luego, a través de la jardinería descubrí que era trabajar con personas con discapacidad. Mi interés por la formación comenzó a raíz de una lesión ya que sentía que profesionalmente me había estancado, le planteé al Gerente un cambio de puesto de trabajo y me lo concedió. Siento que me han escuchado y gracias a todo esto yo he mejorado.
- ¿Cuál es tu grado de satisfacción en el trabajo y por qué? Actualmente estoy muy contenta, mi grado de satisfacción es muy alto, porque enseño a los alumnos ya mí también me motiva mucho hacerlo.
- Cuántos alumnos tienes a tu cargo actualmente? Tengo a 4 alumnos, que son personas que no tienen discapacidad, son jóvenes y sin estudios reglados. Su objetivo es encontrar una oportunidad de trabajo y la están buscando a través del aprendizaje de un oficio.
- ¿Cómo describirías al grupo y la relación que tienes con ellos? Son muy agradables, jóvenes pero casi adultos y muy humildes. Están desorientados en cuanto a la profesión a la que dedicarse y yo les intento enseñar todas las herramientas que tienen a su alcance, los trabajos transversales que pueden aplicar en cualquier oficio y los aconsejo. También les cuento la importancia de cumplir con las normas y del respeto hacia las otras personas.
- ¿Cuál es el valor añadido que aporta nuestro trabajo? El valor añadido que aporta nuestro trabajo es que damos la oportunidad de trabajar a personas con discapacidad y eso es bueno para toda la sociedad.
