La Fundación Viver de Bell-lloc junto con la Asociación Santo Tomás, han participado en un proyecto piloto que pretende que las personas con discapacidad intelectual, con problemas de salud mental o con trastorno del espectro autista que trabajan en centros especiales de trabajo y empresas de inserción puedan obtener una acreditación de sus competencias a partir de una certificación profesional de nivel 1 y, así, facilitar su acceso al mercado de trabajo.
Son personas ocupadas, que están formadas y tienen experiencia profesional, pero que no disponen de una acreditación oficial, lo que les dificulta poder demostrar su calificación.
El pasado viernes culminó este proceso de acreditación de competencias profesionales adquiridas por la experiencia laboral con la fase de evaluación de las competencias profesionales a 8 personas trabajadoras de Centro Especial de Trabajo de la Fundación Viver de Bell-lloc. La Comisión evaluadora las evaluó para acreditar las unidades de competencia correspondientes a la calificación AGA164_1 Actividades auxiliares en viveros, jardines y centros de jardinería.
Ha sido la primera vez que personas con diversidad funcional participan en este tipo de proceso la experiencia ha resultado ser muy positiva tanto para los aspirantes como para los profesionales y las profesionales que han participado.